Bajo el lema “Por Santa Cruz, se puede” y con un 69% de las preferencias de votación –cifra histórica a nivel comunal y nacional-, llegó el actual alcalde William Arévalo Cornejo a convertirse en la máxima autoridad de la ciudad.
No obstante a su arrasadora elección, el joven edil –padre de cuatro hijos- comenzó su compromiso y vocación por el servicio social hace varios años, pues ya en el 2001 comienza sus primeros pasos para formar la Fundación Se Puede, cuyo objetivo primordial que lo motivó fue el apoyar a levantar distintos emprendimientos sociales en diferentes sectores de Colchagua, con un trabajo de voluntariado que contribuyera a terminar con la inequidad imperante en el país, además de comprometer de forma real a los jóvenes y su fortaleza para construir una sociedad más justa y preocupada por las personas.
Arévalo, cursó su Enseñaza Media en el Instituto Politécnico de Santa Cruz, establecimiento educacional donde obtuvo el título de Mecánico Automotriz, para de forma posterior tomar diversas capacitaciones y seminarios que lo llevaron a emprender su propia empresa de mantención de automóviles en la ciudad. Quienes conocen a William, lo califican como un hombre humilde, de espíritu luchador, de alma huasa y muy cercano a la gente y sus necesidades, quien llegó a la alcaldía con el férreo compromiso de profesionalizar y transparentar la labor del municipio, sobre todo en el área administrativa, además de ser un “alcalde en terreno” con toda la energía para desarrollar a la comuna en distintas áreas, como salud, educación, seguridad, turismo, recreación, deporte, la importancia de las mujeres, los jóvenes, niños y los Adultos Mayores.
Junto con lo anterior, el alcalde ha dejado de manifiesto que se integra a desarrollar su labor con un equipo de profesionales que califica como “no políticos”, lo que estima es una gran ventaja, pues son en su gran mayoría jóvenes santacruzanos con quienes según reconoce “compartimos un ideal por hacer cosas, y que dice relación con trabajar por el bien común por sobre el bien personal o de algún sector en particular. Ahora, para guiar un equipo se necesita un líder, que sepa actuar en el momento oportuno y que entienda que es el municipio el que debe acercarse a las personas y no esperar que las personas se acerquen hasta la comodidad del sillón municipal. Un líder con poder de mando, creíble, confiable, trabajador y transparente. Y todo eso puede esperar el santacruzano de mi” concluye William Arévalo.